Dimarts de sang


Poco antes de las Navidades recibí un correo electrónico de Xurri y Pere pidiéndome una pequeña colaboración para su blog Dimarts de sang. Hace tiempo que sigo ese juego en el que dan pistas sobre una novela negra. Les lleva trabajo porque deben leerse el libro, escribir el texto y procurar que sus huellas sean fácilmente rastreables en Google (son unas horas). Los lectores nos limitamos a adivinar el título de la obra, el nombre del autor y el de los personajes protagonistas (son unos minutos). Es divertido y suelo participar. El premio es uno de esos perritos pilotos que se ganan en las tómbolas de las ferias. Te los mandan puntualmente por correo, con un certificado que te acredita como ganador de esa semana. Tengo una estantería con todos los que he logrado hasta ahora. Son siete. Permanecen alineados allí, haciéndome compañía, y les doy las buenas noches antes de acostarme y los buenos días al levantarme.

Respondí el email de Xurri y Pere disculpándome educadamente por no poder escribir para ellos un Dimarts de sang. La verdad es que me daba pereza leerme una novela negra, escribir un texto y procurar que las huellas que iba a dejar fueran fácilmente rastreables en Google. Con lo sencillo que es limitarse a concursar. Puse como excusa que se acercaban las Navidades. Mandé el mensaje y me acosté la mar de tranquilo.

Al cabo de una semana tenía un nuevo email de Xurri y Pere en la bandeja de entrada. Yo me había olvidado de ellos, pero ellos no se habían olvidado de mí*. Me citaban en un bar de la calle Brosolí y me aconsejaban que asistiera esa misma tarde a las ocho en punto. Bajé por Argenteria, despreocupado, con las manos en los bolsillos, ensayando una sonrisa para lamentar ante esos desconocidos mi imposibilidad de colaborar con ellos. El local tenía dos plantas. Era acogedor, con mesas de madera y velas encendidas para atraer a los clientes. Parecía vacío, exceptuando el barman tras la barra que, cuando me vio entrar, salió de su refugio para bajar la persiana del establecimiento a mi espalda. Me pareció extraño y me giré con la intención de pedirle explicaciones. Pero, sin decirme nada, me señaló con el dedo índice el piso de arriba. Subí inquieto por unas escaleras que crujían bajo mis pasos, observando los retratos de intérpretes de jazz que decoraban las paredes.

En la planta superior, sentados tras una mesa al fondo de la sala, cuatro ojos se elevaron tras sus gafas para escrutarme. Eran un hombre y una mujer delgados y serios. Muy delgados y muy serios. Con esa belleza eslava que ofrecen los rostros angulosos. Parecían científicos nucleares de la extinta Unión Soviética. El hombre canoso se levantó para pedirme con una señal de su mano que me sentara. Pensé por un instante en decirle que necesitaba ir al baño, con la esperanza de que tuviera una ventanita por la que saltar a un patio de luces y correr. Pero él se reafirmó en que me sentara, y no parecía de esas personas que deban pedírtelo por tercera vez. Así que tomé asiento. Ella me alargó la mano fría por encima de la mesa de mármol frío y dijo su nombre alargando la letra r. "Xurrri". Él me alargó la mano fría por encima de la mesa de mármol frío y dijo su nombre alargando la letra r. "Perre". Por suerte "El paseante" no contiene esa letra. Así que me presenté sin parecer ruso. Me pidieron de nuevo esa colaboración desinteresada, y yo puse esa sonrisa que había ensayado bajando por la calle Argenteria diciendo que lo sentía mucho, que quizá después de Navidades...

Entonces ella extrajo de su maletín un ordenador portátil. Lo puso en marcha, sin mediar palabra. Buscó un documento desplazando con rapidez sus dedos ágiles sobre el teclado. Me acercó la pantalla a la vista. Era un clip de vídeo. Pulsó el play. Aparecieron imágenes suficientemente nítidas de la fachada de un hotel de dos estrellas de la calle Regàs. Lo conozco perfectamente. A él acuden las parejas clandestinas para perpetrar infidelidades. Alquilan habitaciones por horas, con absoluta discreción. En la grabación vi salir a un tipo del establecimiento. Llevaba una chaqueta de piel girada de color beige, con cuello de borreguito, y una boina calada. Miró a ambos lados de la calle para que no lo reconocieran y se largó de la escena. Me reconocí en él. Luego pasaron veinte segundos de fotogramas fijos de la entrada del hotel de dos estrellas sin que sucediera nada. Hasta que se veía abandonar el lugar a un tipo con abrigo largo, con las solapas subidas hasta la barbilla, y sombrero borsalino. Miró a ambos lados de la calle para que no lo reconocieran y se largó de la escena. Se reconocía perfectamente en él al Veí de Dalt.

Xurri me dijo que sería muy triste que esas imágenes comenzaran a circular alocadas por internet, que alguien fuera tan despiadado de colgarlas en su blog. Pere lo reafírmó con un movimiento de su cabeza. Bajé la mirada entre mis zapatos. A los dos días tenían mi colaboración desinteresada para Dimarts de sang en su bandeja de entrada.

PD: Perrito piloto per a la primera persona que endevini la novel.la negra que m'he llegit. Va, que és fàcil.

* Aquesta frase és un homenatge/plagi al meu admirat Milan Kundera.

21 comentarios:

    Com vull el perrito piloto i no he trobat res a la meva cerca per internet, el millor és que em digues per mail la resposta. Tinc unes fotos teves en situació compromesa. Millor que no circulin per internet. Fes-me cas i dis-me quin llibre és. Estàs avisat.

     

    Ep! jo no sabia res de res d'això del perrito piloto!.
    Voy p'allà!

     

    ...En serio que aneu al Regàs??.
    ¿Tenen habitacions temàtiques?.
    ..de gladiadors...??

     

    Mmmmm, què interessant! Ara, cada vegada que vagi a "Negra i Criminal" em recordaré de tu i també d'aquest post.

    Interessant la pàgina dels de "Dimarts de sang".

    Félicitations pour l'opticien... Perdonnez-moi, je veux dire, pour le p't. chien! :D

    Petonets des de l'aeroport,

    Amber
    P. D.: "The Thrid Man" genial film negre i la música encara millor, l'has triat molt, molt bé. Ja la porto al cap i així la portaré tot el dia, tot el viatge, segur...

     

    He mirat la safata d'entrada i encara no tinc resposta. Les fotos ja estan adjuntades a un correu al New York Times. Esperaré fins la nit.
    MK, pillina. Habitacions temàtiques? segur que ells van agafar la decorada de Disney. Pluto i Mickey.

     

    Este comentario ha sido eliminado por el autor.

     

    Sóc molt dolenta en endevinar coses, però per un perrito piloto faig el que sigui. Vaig a dimarts de sang, a veure si me'n surto.

     

    No m'imaginava en Perrre i la Xurrri tan soviètics!! Serà qüestió de vigilar quan siguin a prop ;o)
    He intentat averiguar lo de la novel·la però no. No en sé. Jo sóc més de contes curts. Microcontes en diuen ara.
    Una abraçada

     

    vaja... ara cada cop que torni al regàs, no podré deixar de pensar que ets tu qui gemega a l'habitació del costat... (o el veí!!!)

    p.s.: sort que jo hi anava en cotxe i em posaven les cortinetes tapant la matrícula...

     

    Quan sigui gran vull ser El Paseante. I més si va al Regàs.

    Als seus peus, Paseante.

     

    Paseante, vaig anar a dimarts de sang i penso que ho he endevinat, però no ho han publicat. Serà alguna revenja dels rrrrrusoss?

     

    Oh, paseante... m'encanta!!! és boníssim!! I la descrrrripció del local de carrrrrer Brrrrosolí... l'ambient és total, fan ganes que el local existeixi i tot. Grrrrrrrrrrrasies perrr parrrticiparrrr.

    (Llum: Al dimarts de sang no publiquem els resultats fins el dimarts següent, perquè el primer que ho endevini no li xafi la guitarra als que venen al darrera. Per això està habilitada la moderació de comnetaris. Hauràs d'esperrrarrr una miqueta)

    (M'encanten els peixets, sort que no hi ha pingüins)

     

    Algun dia ja explicaré jo què va passar de debò al carrer Regàs...

     

    Per la Xurri : Ah! perrrrdona, no sabia com funcionava la pàgina.M'haurreu de disculpar. He estat massa temps en un gulag...
    ( una vegada que endevino alguna cosa m'havia sobreexcitat)

     

    Brutal tot!
    I el millor: llegir-te és GRATIS!!!!
    ja ja ja!

     

    La teva participació ens honora, paseante, i la teva publicitat ens dignifica. Gràcies.
    He deixat oberts els comentaris perquè vegis i escriguis :-)

     

    Gràcies a tots pels comentaris. I a la Xurri i al Pere per haver-me deixat participar a "Dimarts de sang". Intentaré tornar-ho a fer, si em donen permís. Us hi animeu vosaltres també?

     

    grrrrrrracies, paseante, l'honorrrrrrr ha estat inconmensurrrrable.
    Ja se que el pere ho ha dit molt millor, però és que en sap més, aquí és nota el nivell ;-)

     

    Quin fart de riure de post, paseante! La descripció de la trobada és sensacional...encara no els havies vist mai mano a mano, face to face?

    Mira si la cosa imposa que ni tan sols goso posar els peus als dimarts de sang, tot i que he descobert el cas d'un veí meu que... ;-)

     

    Pobret Paseante, quina por deuries passar amb aquests soviètics! Sort que no van portar patates braves perquè...

    No sé si estic a temps de concursar. Vaig a mirar igualment.

     

    Xurri, sí que es nota la diferència de nivell entre ell i tu. Andevaaparar :-)

    Martí, moltes gràcies. No els havia vist mai mano a mano, face to face. La Xurri, encara, però el Pere fa por de veritat. Gràcies per tornar per aquí.

    Khalina, que feien por de veritat, coi. Com que tu vius al país de les Meravelles... :-)