Negocios precarios
miércoles, 6 de junio de 2007 by el paseante
Mientras el Roto, que dibuja como nadie esa realidad cruel cotidiana en las páginas de El País Domingo, quizás imaginaba a los marineros del remorcador catalán Montfalcó en alta mar sacando con sus cañas de pescar a veintiséis inmigrantes del agua, heridos de muerte por los anzuelos de la vida (si no lo has pensado te regalo la idea, a cambio de lo que me has hecho disfrutar estos años en que sigo tus viñetas), el fondo de inversiones de alto riesgo Cenaurus Capital, que opera desde las Islas Caimán, contrataba al viejo inspector de hacienda José María Aznar como asesor.
Con su melenita de rey León, el mariscal español sabe ganarse la vida. Pero siempre le imagino noqueado en el suelo, después de que un antiguo compañero de piso le tumbara de un portazo a la salida del cuarto de baño, mientras ese señor bajito visitaba la empresa de informática en la que mi amigo trabajaba. Así le veo siempre: KO frente al WC.
Jamás conseguí participar en un fondo de inversión, ni hacerme rico por mi cara bonita. Al contrario, soy pobre. Este fin de semana he tenido dos propuestas de trabajo. La primera de un programa nocturno de una emisora de radio catalana. Lo conozco y me encanta: Una nit a la terra. Cada día tratan un tema relajante. Este lunes hablarían de "las casualidades". Una de sus productoras llegó a mi blog, leyó lo que había escrito sobre ese tema y me invitó a participar en antena. Sería por teléfono. Me alegré por la propuesta, porque es sabido por todos que las tertulias audiovisuales y radiofónicas se pagan bien. No pretendía cobrar los tres mil euros de Sábado Dolce Vita, pero confiaba en una tercera parte. Lo comenté con Ilse, para saber qué debía pedir por mi participación. "Nene, ¿vas mamado? Un programa de radio, nocturno y encima en catalán... Con suerte no te van a pedir que pagues tú". Mandé un email al programa excusando mi participación.
La segunda propuesta era para escribir un cuento infantil para el sobrino de una persona que me cuida. Estaba a punto de preguntarle si quería el presupuesto por palabras o por páginas, cuando me agradeció que lo hiciera sin pedir nada a cambio. Me senté frente al ordenador el sábado por la tarde, dispuesto a sacar piratas de mi sombrero de copa, como si fueran los conejos de un ilusionista, pensando en lo que le gustaría leer a un niño de siete años.
Disfruté imaginándome la historia para el pequeño Nick que busca el tesoro que había perdido su madre en el cuento, mientras unos africanos eran repescados de la muerte en alta mar y el antiguo inspector de Hacienda sonreía debajo de su bigotillo en ese paraíso fiscal que lleva el nombre de un reptil.
Ha sido un trabajo por amistad. Son los mejores. Hoy, me ha llamado esa persona que me cuida para decirme que le ha gustado el relato, aunque propone ciertos cambios que lo van a mejorar mucho. "¿Y qué tal tu fin de semana?", me ha preguntado. Hubiera podido decirle: "Aquí, escribiendo". Contarle que he sido feliz imaginando la historia infantil, porque me relaja redactar mientras escucho a Rufus Wainwright o a Billie Holiday cuyas canciones inundan mi piso de fantasía; pero me he inventado un sábado y un domingo de fiestas salvajes para no parecerle demasiado aburrido.
Aparte de poner una palabra detrás de otra, este fin de semana también visité a un viejo compañero, que siempre está por mí. Es el mar. Me ha prometido que el día menos pensado, subirá él a verme hasta el barrio de Gràcia, por el cambio climático. Con sus olas de veinte metros, violentas, que van a barrerlo todo. Pero ha asegurado que me va a respetar, porque una vez escribí un cuento para él, gratuitamente. Y le gustó.
De todas formas, ese cabrón me va a sobrevivir. Y dentro de mil años, seguro que no se acordará de mí.
Con su melenita de rey León, el mariscal español sabe ganarse la vida. Pero siempre le imagino noqueado en el suelo, después de que un antiguo compañero de piso le tumbara de un portazo a la salida del cuarto de baño, mientras ese señor bajito visitaba la empresa de informática en la que mi amigo trabajaba. Así le veo siempre: KO frente al WC.
Jamás conseguí participar en un fondo de inversión, ni hacerme rico por mi cara bonita. Al contrario, soy pobre. Este fin de semana he tenido dos propuestas de trabajo. La primera de un programa nocturno de una emisora de radio catalana. Lo conozco y me encanta: Una nit a la terra. Cada día tratan un tema relajante. Este lunes hablarían de "las casualidades". Una de sus productoras llegó a mi blog, leyó lo que había escrito sobre ese tema y me invitó a participar en antena. Sería por teléfono. Me alegré por la propuesta, porque es sabido por todos que las tertulias audiovisuales y radiofónicas se pagan bien. No pretendía cobrar los tres mil euros de Sábado Dolce Vita, pero confiaba en una tercera parte. Lo comenté con Ilse, para saber qué debía pedir por mi participación. "Nene, ¿vas mamado? Un programa de radio, nocturno y encima en catalán... Con suerte no te van a pedir que pagues tú". Mandé un email al programa excusando mi participación.
La segunda propuesta era para escribir un cuento infantil para el sobrino de una persona que me cuida. Estaba a punto de preguntarle si quería el presupuesto por palabras o por páginas, cuando me agradeció que lo hiciera sin pedir nada a cambio. Me senté frente al ordenador el sábado por la tarde, dispuesto a sacar piratas de mi sombrero de copa, como si fueran los conejos de un ilusionista, pensando en lo que le gustaría leer a un niño de siete años.
Disfruté imaginándome la historia para el pequeño Nick que busca el tesoro que había perdido su madre en el cuento, mientras unos africanos eran repescados de la muerte en alta mar y el antiguo inspector de Hacienda sonreía debajo de su bigotillo en ese paraíso fiscal que lleva el nombre de un reptil.
Ha sido un trabajo por amistad. Son los mejores. Hoy, me ha llamado esa persona que me cuida para decirme que le ha gustado el relato, aunque propone ciertos cambios que lo van a mejorar mucho. "¿Y qué tal tu fin de semana?", me ha preguntado. Hubiera podido decirle: "Aquí, escribiendo". Contarle que he sido feliz imaginando la historia infantil, porque me relaja redactar mientras escucho a Rufus Wainwright o a Billie Holiday cuyas canciones inundan mi piso de fantasía; pero me he inventado un sábado y un domingo de fiestas salvajes para no parecerle demasiado aburrido.
Aparte de poner una palabra detrás de otra, este fin de semana también visité a un viejo compañero, que siempre está por mí. Es el mar. Me ha prometido que el día menos pensado, subirá él a verme hasta el barrio de Gràcia, por el cambio climático. Con sus olas de veinte metros, violentas, que van a barrerlo todo. Pero ha asegurado que me va a respetar, porque una vez escribí un cuento para él, gratuitamente. Y le gustó.
De todas formas, ese cabrón me va a sobrevivir. Y dentro de mil años, seguro que no se acordará de mí.
Ay, nene, no me digas que tienes una historia sobre Aznar sangrando por la nariz después de un portazo y no la vas a contar... ¡por eso sí que te pagaba yo los 3.000 euros, que una también es generosa! :p
La vida sempre ha estat un negoci precari.
El que ara mateix pagaria per poder visitar el teu vell company...
La verdad es que el mar no se cuanta memoria tiene pero mala leche tiene un montón, menos mal que a los de interior cuando le de por crecer estaremos mas recogiditos, alguna ventaja teníamos que tener ¿no?
Si te da por lo de la radio, por favor no dejes de darnos el dial!!! (ya aprenderemos algo de catalán)
Ilse yo también tengo una história sobre Ansar de esos veranos que estuvo en Menorca. Trata sobre el despliegue de policias secretos ,tal que sendos armarios roperos con las puertas abiertas ,perfectamente camuflados con bermudas sobaqueras y cinturón de hebilla lustrada, gafas de espejo ,mocasines y polos con el ribete ese de la bandera patria en el cuello. Vamos que nadie los notaba allí...Y de como se desplegaron una tarde por todo el embarcadero de una cala desde la que iba a zarpar una zodiac verde camuflaje que nadie conocía y que aguardaba allí desde primeras horas de la mañana.Repasaron coche por coche y finalmente toparon con uno de matrícula de sospechosas letras.Pertenecía a un venerable matrimonio de ancianitos vascos que practicaban alegremente el nudismo en las amables playas de la isla.Presentada la debida
documentación y en vista de que no llevaban chapela , concluyeron que no había pruebas suficientes para arrestarlos y los dejaron marchar.Los demás también sacudimos nuestras toallas , nos levantamos y nos fuimos en el momento estelar de la aparición del personaje ,con la botella de la mano.
La nuestra éra una xibeca fresquita.
Es triste de pedir Ilse , pero más triste es de
robar.Te lo escribo a doble espacio?
Bueno plego por hoy.Me mantendré a la espera Ilse y si no , siempre puedo aguardar a que Berlanga se le contagie el espiritu de "Rocky". Y acabe rodando "La escopeta nacional 37.La saga continua"
Un programa de ràdio, escriure un llibre infantil...són propostes engrescadores...
Que només per proposar-te-les ja il.lusionen.
Bona nit i bona resta de setmana!
Paseante, tú qué le vas contando de mí a la gente? Mk, esa historia no mola, porque Aznar no va borracho ni desnudo, ni a los señores ancianos vascos les preguntan si meten tripa como De Juana, ni a Aznar le da un revolcón la ola ni nada. Por eso le invito a una caña y va que chuta. ;)
que te va a sobrevivir seguro, que no se acordará de ti no lo estoy tanto.
:*
Hi ha molta gent a la que mai proposaran intervenir en un programa de ràdio o escriure un conte, Així que considera't afortunat.
Jo tampoc sóc rica ni puc proposar-te fer un llibre amb els teus relats, tot i que pensi que són meravellosos
Bé, si parles en alguna ràdio, vull rebre un avís urgent, eh?
Ilse, no tengo esa historia. Me la contaron. Así que me quedo sin la paga, cachis.
Alatrencada, ell s'esperarà a que tornis amb la teva bicicleta per fer-li companyia.
Lo de la radio fue este lunes pasado Atikus. Pero si un día me atrevo a hablar en antena o si el mar sube más allá del Ebro te aviso.
Jaja, MK, los dos meneamos el rabo frente a la puerta de Ilse. Esa tía va sobrada de pasta, y seguro que nos lanza las sobras con indiferencia.
Tens raó Joana. Escriure aquest conte infantil ha estat el millor d'aquest any. Bon cap de setmana maca.
No he contado nada Ilse, sólo que MK quiere caerte bien y te ha hecho la broma.
Aisss, Be. Gracias. Tengo que hablar contigo y retomar tantas cosas.
Khalina, si alguna vegada faig alguna cosa escrita a quatre mans m'agradaria que fos amb tu. Ja ho saps. Però mai no tens temps.
Que bé rebre encàrrecs per fer contes de nens. Jo ho he fet algun cop`per sorpresa: és el millor regal que et pden donar: el somriure d'un infant.
PS M'hauria encantat escoltar-te discernir a la ràdio sobre el tema en qüestió. Un altre cop, ofereix-los publicitat al teu blog :-)
els de la ràdio de tant en tant envien e-mails per trobar temes. a mi em van contactar també els de la nit a la terra, farà cosa d'un any, i em va fer pal. Llavors vaig saber que havien contactat tres blogaires més... una (que no vaig ser jo) va participar i no li va agradar gaire... li va semblar que anaven a caçar frikis :(