La señora Hayden & Co

En la granja de los caballos existieron mil sombras sigilosas de reyes, pajes y camellos transitando de puntillas por las dependencias durante el almuerzo, mil pequeños ruidos que prendían la mirada del pequeño Hayden ante la inminencia de los regalos. En la mesa, ante el menor crec-crec, los mayores comentábamos -con semblante indiferente- que sin duda eran ellos recorriendo la casa para localizar los zapatos alineados de la familia.

La señora Sofía sigue siendo traviesa a su edad. Las llamadas al timbre de la puerta principal siempre coincidían con su ausencia de la mesa. Cada ring sobresaltaba al niño y no sabía qué hacer con el alimento que llenaba su boca.

Tras el último timbrazo -pasados los postres- le dieron permiso para que corriera al segundo piso, con el señor Gris a su estela como un tontito. Se cruzó con su abuela en el pasillo, que no necesitó hacerse la despistada porque él sólo tenía en mente destapar todas las cajas con sus ilusiones. Recibió un cocodrilo sacamuelas, un patinete, dos películas del Mani. Entre los obsequios, descubrí uno de los míos: un CD con la música de Hanne Hukkelberg. Crucé la mirada con la de mi hermana -es gris profundo- para decirle gracias con vergüenza. Ella se preocupa por mis gustos y yo sólo le regalo lo que me interesa a mí. Ahora escucho esa música que me magnetizó una noche de finales de verano en la plaza de Joan Coromines. Searching, es el tema que tengo fijado con la tecla repeat.

No fue mi único regalo especial de 2006. Tuve Middlesex, Rufus Wainwright, una caja de música, un ramo de la suerte por Navidad, el contagio de vida de una princesita inesperada, L'escriptor inexistent, Arular (gràcies Xavi, l'escolto quan necessito augmentar la moral), noticias alemanas, una noche japonesa, el interés del hombre que cuida animales por mejorar al señor Gris (el tipo con el rostro más bondadoso del planeta)... Los comentarios en el blog.

A la señora Hayden hace años que la llamo canguro, por motivos que no vienen al caso. Gràcies cangur, i a tothom. Em feu somriure i viure.

7 comentarios:

    Todavía te quedan citas con Mr. Wainwright. Por lo pronto este año tiene nuevo disco, "Release the stars", y quién sabe si objetos perdidos no funcionará mejor de lo que pensamos. Sé bueno y los Reyes te recompensarán, aunque sea más allá del seis de enero.

     

    De res :-) M'agrada rebre regals però encara és més fantàstic fer-los.

     

    He pensat de demanar Middelsex a la meva cunyada, el llegiré í el podem comentar. Gràcies a tu per aquest bloc tant xulo.

     

    Gracias por la visita, aun no se como fue usted a parar tan lejos joven. Si, espero escribir mas este año pero aun no recibo respuesta de mi cerebro.

    El post no me parecio otro relato comercialmente feliz si no que mas bien de me dejo un poco de nostalgia propio de las navidades pasadas.

    Será un gusto seguirte leyendo. Saludos desde acá.

     

    Vaig llegir Middelsex per recomanació del meu germà, ja fa dos estius. Recordo que des de la primera línia em vaig quedar atrapada pel llibre. Vaig disfrutar amb la seva lectura, com feia temps no ho feia. Emily, llegeix-lo que val molt la pena!

     

    Katrin siempre deja
    tres copas de vino,
    tres boles con agua
    y sus zapatos.
    Nunca se sabe.

    (por ejemplo, el paseante se ve feliz)

     

    Estaré pendiente de Mr. Wainwright, Ilse. Es lo mejor que me han regalado en muchos años y es de tu parte.

    Alatrencada, els teus són d'aquells que es recorden per sempre.

    Merci Emily maca.

    Será un gusto leerte a ti efímera, aunque escribas tan de tarde en tarde.

    Gemma, és un llibre que no voldries mai que no s'acabés. Me'l va enviar l'Ilse i quan vaig veure la quantitat de pàgines... Ara és un dels meus preferits.

    Katrin, es la primera vez que me pones tus cinco frases, es como si escribieras en tu blog tan especial. Gracias.