Punto de partida para el paseo diario
sábado, 17 de noviembre de 2007 by el paseante
La calle Mateu es corta. Hay una ferretería -donde compro enchufes-, un centro de yoga, una peluquería, y poco más. Es oscura y estrecha, pero allí iniciamos nuestros paseos cada noche antes de cenar, pendientes de que no nos atropelle una moto. Llamo al señor Gris y se monta en la acera moviendo el rabo y olfateando las esquinas. Luego, de repente, la calle se transforma en la de Santa Rosa (como todos los rincones de Gràcia, esas vías tienen ganas de convertirse en un laberinto -cambiando de nombre a cada esquina- para nosotros y para los turistas que nos visitan y nos preguntan).
En la corta calle de Santa Rosa hay un párquing. Su vigilante tiene dos perros pequeños (raza Barceloneta pointer). Es un tipo delgado, que no descuida la mirada de sus animales. Les quiere, y a veces me detengo para rascarles la cabecita, aunque el señor Gris tenga celos.
En la corta calle de Santa Rosa hay una hectárea en obras, donde montan equipamientos municipales. Han edificado un parvulario, pero todavía faltan construcciones. Entre las grúas, veo cien ventanas iluminadas en mi retorno del paseo. Contemplo sus toldos, sus macetas, sus lámparas de papel, sus paredes en tonos cálidos. Intuyo que allí vive gente feliz
Ahora se ha puesto de moda vender bajos como si fueran viviendas, en lugar de tiendas. En uno de ellos, en la calle de Santa Rosa, vive una mujer atractiva que mira a los paseantes sentada en el bordillo. Fumando. Le tengo prohibido orinar allí al señor Gris.. En su persiana alguien ha escrito "el amor".
No soy partidario de los graffitis. Pero ese me encanta.
En la corta calle de Santa Rosa hay un párquing. Su vigilante tiene dos perros pequeños (raza Barceloneta pointer). Es un tipo delgado, que no descuida la mirada de sus animales. Les quiere, y a veces me detengo para rascarles la cabecita, aunque el señor Gris tenga celos.
En la corta calle de Santa Rosa hay una hectárea en obras, donde montan equipamientos municipales. Han edificado un parvulario, pero todavía faltan construcciones. Entre las grúas, veo cien ventanas iluminadas en mi retorno del paseo. Contemplo sus toldos, sus macetas, sus lámparas de papel, sus paredes en tonos cálidos. Intuyo que allí vive gente feliz
Ahora se ha puesto de moda vender bajos como si fueran viviendas, en lugar de tiendas. En uno de ellos, en la calle de Santa Rosa, vive una mujer atractiva que mira a los paseantes sentada en el bordillo. Fumando. Le tengo prohibido orinar allí al señor Gris.. En su persiana alguien ha escrito "el amor".
No soy partidario de los graffitis. Pero ese me encanta.
Carrer Mateu i Santa Rosa! Els conec la mar de bé.
Paseante aparec molt poc però segueixo sent lectora fidel. Sense internet a Can Almogàver i tot el dia assajant Aida (amb la sra ZP!) no tinc temps per res. Fins aviat!
Confirmat. Som veïns. Tan a prop i tan lluny, com diu Hypatia.
El Paseante dona massa pistes, es que vol que el trobem?
aquest post sembla que hagi de tenir segona part "la mujer atractiva de la calle Santa Rosa". Ens has deixat intrigats. Perquè com no segueix el passeig, no sabem si has entrat en els baixos del graffitti de l'amor
M'he de posar en contacte amb tu Alatrencada, perquè tinc moltes curiositats. Ja t'he comentat que em fot ràbia haver-me perdut aquella portada de El Periódico.
O tan lluny i tan a prop Violette, mira-t'ho pel cantó positiu.
Emily, sovint parlo de carrers que m'agraden o per on passejo: Madrazo, Regàs, Mateu, Santa Rosa, Torrijos... I visc a Torrent de l'Olla. Però em sento protegit. En aquest carrer hi viuen mil "paseantes" amb blog i mil més sense blog. Així que el meu anonimat està garantit.
Aisss Khalina tafanera. Que te "conosco". Només és que allí hi viu una noia físicament atractiva, i em va fer gràcia el petit graffity.
No subestimes a Emily Holmes, querido Watson, soy la deducción en persona.
Sempre ens sembla que a les altres cases la gent és feliç...Ells deuen pensar el mateix de casa nostra...
No et subestimo Emily Holmes, però no em pillaràs :-)
Pot ser Joana. Però sempre tinc enveja de les seves.