Nil



Siempre pensé que al pequeño faraón Nil debería aprender a quererlo con el tiempo. Hasta ahora estaba un poco eclipsado, en mi mapa celestial de los sentimientos, por su hermano mayor que irradia tanta luz. Pero ahora mi sobrino menor ha empezado a emitir tímidos rayos lunares en forma de miradas que me buscan con esos ojos tan grandes, de girar un poco la cabecita con curiosidad cuando le cuento algo o de pedirme que le lea un libro sólo a él cuando le guardo alguna noche, en lugar de querer compartirlo con su hermano.

El pequeño faraón Nil es muy diferente del pequeño Hayden. Él es James Stewart, un sentimental, y su hermano es Cary Grant, un seductor. No sé quién soy yo para ellos. Espero no ser Boris Karloff.

Esta semana me toca ir con la mujer de los mares del sur a buscar cada tarde al pequeño faraón Nil al colegio, con un papel de autorización para su tutora Marga, una mujer mayor que yo que me trata de usted (deberé comenzar a utilizar cremas antiarrugas).

Hoy he ido solo. Mi sobrino estaba en su rincón del patio de siempre, charlando con sus amigos Marc 1 (con gafas y que parece recién salido de un cómic, como lo describió la mujer de los mares del sur la primera vez que lo vio) y Marc 2 (un niño guapo, pausado y delgadito). El pequeño faraón Nil me ha mirado con sus ojos grandes cuando le he llamado. Antes de que comenzara a aprender a quererlo, él habría abandonado mi mirada y habría seguido con sus amigos, pero hoy (como ayer) ha venido deprisa a encontrarme con su mochila a medio caer de sus brazos.

Me ha contado que mañana es el día en que los padres hacen de profesores y los profesores descansan, en ese colegio con sistemas educativos complejos. Y yo le he preguntado si podía entrar conmigo al súper para comprar una malla de mejillones.

-No m’agraden massa, eh?
-No són per a tu, home. Són per demà a dinar amb la J.
-La J. i tu sou nòvios?
-No som nòvios.
-I per què viviu junts?
-Perquè som amics. T’agradaria viure amb els teus amics Marc.
-Em penso que sí. Bueno, una miqueta.

En la cola de la caja, nos precedían cinco chicos ingleses de metro noventa con las caras encendidas. Cargaban cajas de cerveza y agradecí estar cerca de ellos cuando las compraban y no después de consumirlas. Tras ellos, una señora mayor caminaba con una mano en un bastón, mientras que en la otra llevaba una coliflor. Tenía el cabello blanco y sucio de mucho tiempo. Los ingleses le han cedido su turno y la señora se lo ha agradecido en su idioma. Han entablado una conversación que intuía pero que no acababa de entender.

El pequeño faraón Nil ya hace un año que estudia inglés después del cole. Le he preguntado si comprendía algo de lo que decían, mientras él comía su bocadillo de Nocilla.

-Una miqueta.
-I què diuen.
-Em penso que aquests dos nois s’han casat i ara van a fer una festa. I li han preguntat a la senyora si ella és d’aquí i parla anglès. Els ha dit que és anglesa, però que viu aquí de fa molts anys. Ah! I també els ha felicitat per haver-se casat. Tu i la J. esteu casats?

Él puede comprender en inglés que dos hombres se casen, pero no entiende en catalán que la mujer de los mares del sur y yo vivamos juntos sin ser novios.

Lo he dejado en su piso, tras limpiarle las manos de chocolate con una toallita húmeda. Me ha dicho:

-Fins després.

Ésta es la semana de cuidar a los sobrinos porque sus padres están colapsados. Así que, por la noche, la mujer de los mares del sur y yo hemos cruzado el rellano para regresar al universo del pequeño Hayden y el pequeño faraón Nil.

Hemos cenado vichyssoise y pescado. Luego, ella ha despistado a los niños con el juego del cuatro para que yo pudiera ver tranquilamente en la tele el Barça-Atlético de Madrid, de cuartos de final de la Champions.

En el descanso, he lavado los platos. La mujer de los mares del sur les ha dicho a los niños que tocaba ir a la cama. El pequeño Hayden ha aceptado con la condición de que le contara un cuento a sus doce años. El pequeño faraón Nil ha preferido esperarme en el sofá, aunque él es dormilón, para ver conmigo la segunda parte del partido.

-Va tio –me ha reclamado, mientras lavaba la última sartén.

Nos hemos sentado en el sofá para contamos las jugadas. Nos hemos chocado las manos cada vez que el Barça estaba a punto de marcar. Él bostezaba por el cambio de horario, porque tiene ocho años y porque va cansado del cole. Pero se ha quedado conmigo con sus pies vestidos con calcetines graciosos del Kukusumutxu sobre mis piernas.

Cuando ha acabado el partido, le he llevado a su cama. Antes, hemos entrado en la habitación de sus padres. El pequeño Hayden y la mujer de los mares del sur estaban dormidos allí, con un cuento abierto entre ellos, ajenos al encuentro de fútbol que nosotros habíamos vivido en el comedor.

Nos hemos mirado y hemos sonreído, el pequeño faraón Nil y yo

-Em penso que és la primera vegada que vaig a dormir més tard que el meu germà –me ha dicho orgulloso.

Al cabo de un ratito, ha cerrado sus ojos tras la última página de un cuento con acertijos que me ha pedido. Le he subido las sábanas hasta la barbilla y le he mirado en la penumbra de su dormitorio. Siempre pensé que debería aprender a quererlo con el tiempo. Y así ha sido.

PD: Hoy la mujer de los mares del sur me ha enseñado a coser. Se trata de dar dos puntadas adelante y una atrás, para reforzar. Me ha parecido una metáfora de la vida, mientras mis dedos torpes avanzaban en esa tela que acabará siendo una alforja para el pequeño Hayden.

13 comentarios:

    On miércoles, 2 de abril de 2014, 8:22:00 CEST la mujer de los mares.... dijo...

    Una puntada cap endavant i una enrere per reforçar, així ho dius. Però recorda sempre reforçar, sinó es trenca la línea invisible dels sentiments.
    No dormia, em feia l'adormida :)

     

    Qué ternura :)

    Gracias por tus textos

     

    Ja tens didal?? Mira que cosir sense didal és perillós!!

    Sr. Paseante , no has sentit a dir allò de "el roce hace el carinyo"? Doncs tot ajuda. Segur que ell tb t'estima molt.
    Vigila amb la J. lo del "roce" tb val pels companys de pis... ;)

    Petonets Sr. Paseante

     


    Aviat hauré d' aprendre a estimar un altre petit Nil que vindrà de lluny. No sé si ho sabré fer bé, i això que amb la mainada hi tinc tirada, però és una incògnita encara. Llegint-te m' he adonat que potser he de partir d' aquesta base, de l' aprenentatge i no esperar massa, ni d' ell ni de mi , només anar fent i anar trobant espais comusn, complicitats. sense presses.

    Anirem cosint i descosint si cal, perquè al final ens quedi una alforja prou consistent.

    ( si se m' enreden els fils ja tenim mestra, no?)

     

    Un pèl aviat per la vichissoise, no? Encara fa temps de plats que permetin xucar pa a la salsa...

    Se m'acut, paseante, que t'estan domesticant entre tots i totes... no pateixis: tampoc és cap mala cosa.

    (diu molt de tu que encara et deixin veure el barça al sofà! ja se t'acabarà... aprofita mentre tinguis l'excusa del petit faraó)


     

    A veure, Boris. He fet comptes: vuit anys en "aprender a quererlo con el tiempo" al Nil, cinc anys en "aprender a quererlo con el tiempo" al Bubu...ho fas llaaaaaarg...
    Espavila, Baldomero!

     


    Doncs...sí nena, una mica de raó sí que tens, ara que ho dius...
    Sort que tu portes els comptes bé ;-)

     

    Que bonic :) buenooo de cremas sabes bien con quien hablar! Hecho de menos a nil s2

     
    On viernes, 4 de abril de 2014, 7:38:00 CEST la dona dels mars... dijo...

    És bonic veure que a la dreta del teu bloc has posat els contes que tenim publicats. Són bonics i hem d'estar orgullosos. Als llibres encara som nens amb el cor blanc.
    Gràcies per escriure el text en un moment que jo estava molt perduda :)
    Paraula de verificació: bien

     

    No sou nòvios? quina desil·lusió...
    L'eterna romàntica.

     

    uixxx, jo també em pensava que éreu nòvios. Estic en el mateix graó de comprensió que el petit faraó Nil.

    El petit faraó Nil de casa meva, ara mateix dorm al meu llit, cobert amb el meu anorac. Diuen els seus pares que farà una "siesta" de, al menys, dues hores...(ja sabem tots que es diu migdiada, però continuem dient-li siesta, què passa?)

    M'ha agradat molt tot: només m'he quedat una mica sorpresa per els no-nòvios. Amics, però, ja és prou maco!

    Una abraçada!

     

    Eso de tener los sobrinos tan cerca y poder disfrutar de ellos es un gran tesoro del que tienes que cuidar y conservar.
    Pues espero que tengas tu propia caja de costura y no enredes la de la mujer de los mares.
    Un abrazo.

     

    Muy bien parido, voy a hurgar más por aquí.