Un nuevo año


Siempre me ha parecido improcedente que la gente repita el error de volverme a invitar a una cena, cuando ya me ha invitado antes y conocen de sobra mi comportamiento social. Pero los doctores me abrieron las puertas de su comedor por cuarta Nochevieja consecutiva. Allí estaba yo, vestido de negro, con la sonrisa al revés y mi bolsita de aceitunas en la mano porque no como uvas de la suerte. No llevaba otra cosa, excepto el frío de mi chaqueta. Encima, llegué con una hora de retraso. Me pareció adecuado afeitarme y ducharme antes (este año, sí).

Los demás me habían precedido con bandejas de lomo al horno salseado, pastel de langostino y cangrejo, bacalao marinado con naranja, surtidos de jamón y queso, sushis, butifarra de arroz con alioli, compota de manzana con jengibre, salmón a la mandarina, patatas violeta con jamón y espárragos trigueros, turrones de chocolate, barritas de dulce de naranja…

Ella, la doctora, fue mi cómplice (siempre lo es) y tomó solidariamente doce aceitunas a mi lado (en lugar de uvas de la suerte), casi a destiempo porque nos liamos con el mando a distancia de la tele. Las engullimos como pudimos y deseamos que este año sea chulo para todos nosotros (y para los que no estaban allí, pero a los que queremos).

Después de las campanadas, salí a fumar a una terraza repleta de limoneros y mandarinos. Hacía frío y me faltaba una chaqueta (la guirnalda abrigaba poco) o unos gintonics para despedir el año sin temblar. Nadie me acompañaba porque ya casi nadie fuma.

En el interior de la vivienda, con clima tropical, quedaban enmarcados por la ventana:

-Una niña rubia con un vestido plateado que pasaba divertida de regazo en regazo, mientras todos pedían su turno para hacerla reír.

-Pocoyo.

-El jardinero fiel.

-El hombre tranquilo.

-La mujer de los mares del sur.

-El italiano tímido.

-Monsieur Hulot.

-El encantador de serpientes.

-La chica de angora.

-La cantante discreta.

-Mi silla vacía porque había salido a fumar, cuando casi nadie fuma.

En el puerto sonaban las sirenas de los trasatlánticos, en la avenida de María Cristina había fuegos artificiales y en el cielo las estrellas no estaban de Nochevieja. Seguían allí por rutina. Había buenas vistas sobre la ciudad en ese sobreático elevado. Pero debería haber bajado a la calle para recordar lo que he dejado atrás este 2014 que ya ha pasado. Desde las alturas sólo se recuerda lo bueno.

-El día de Sant Jordi con la mujer de los mares del sur. Buscábamos nuestro cuento de librería en librería y nos sentamos en el bordillo del Corte Inglés, extenuados, como pequeños escritores. Ella iba de negro y yo, probablemente, también.

-Un concierto de “Temples”, en el Primavera Sound, con Ilse. Era mayo y llovía a cascadas sobre esas estructuras del Fòrum, repletas de hipsters que se resguardaban bajo ellas. Regresamos a casa en tranvía y pusimos la ropa a tender en el cuartito de la lavadora. Después le enseñé a cocinar pollo a la cazuela. Fue mi primera invitada en el piso nuevo y se portó con una delicadeza extrema esos cinco días. Espero que quiera repetir invitación este año que comienza y que pueda estar la mujer de los mares del sur con nosotros.

-Un viaje al sur. Gemma en el tren. La fotografía de Bego junto a un ramo de rosas blancas. La sonrisa de Paula. Jose en una baranda del Ebro (con Bruc). Teresita en el comedor. Joaquín en el garaje. Manolito en la cuna. Cinteta en el cole pijo… Mi nueva familia.

-El verano en que cumplí cincuenta años, encerrado en casa. No bajé ni un día a la playa. La mujer de los mares del sur me tenía esclavizado escribiendo nuestra primera novela infantil. Como mucho, después de comer, subía a la azotea de la vivienda y contaba los escasos transeúntes que pasaban por la calle, sin que ella se enterara. Luego bajaba corriendo al piso y esperaba su llamada, con nuevas órdenes que siempre eran adecuadas. El primer día de septiembre acabamos la novela y la mandamos por correo a la suerte del próximo mes de marzo. Fue nuestra primera semilla para este 2015. Ahora buscaremos otras.

-En septiembre bajé unas cuantas veces al Port Olímpic para ver menús y precios en los restaurantes. Mis padres cumplían años y querían venir a la costa para celebrarlo. Reservé una mesa para ocho. Comimos arroces. Después vimos el mar con el tenista y la señora Sofía, ellos que son de la tierra de la niebla. Fuimos a un espigón secreto y el romper de las olas nos llenó de vida, mientras el pequeño Hayden y el pequeño faraón Nil hacían carreras de skate.

-En diciembre conocí a la mujer inca y al cosmopolita de Teherán. Fue en un bar oscuro de Gràcia, con el jardinero fiel y la mujer de los mares del sur vestida de Picasso. Sonaba música de fondo y era mi penúltimo recuerdo agradable de este año.

El último fue en esa terraza repleta de limoneros y mandarinos. Hacía frío y me faltaba una chaqueta (la guirnalda abrigaba poco) o unos gintonics para despedir el año sin temblar. Nadie me acompañaba porque ya casi nadie fuma.

Claro que luego salió Monsieur Hulot, con la pìpa, y la mujer de los mares del sur, liando tabaco negro. Pero yo ya estaba de regreso en el piso tropical. Me tocaba hacer jugar a la niña del vestido plateado y la melena rubia. Se llama Jimena, y yo estaba afeitado y duchado (este año, sí).

PD: Aquest post és per a la Pocoyo, un encant de persona.

11 comentarios:

    Pocoyó és una dona lleial, potser per això m'agrada i l'estimo tant. No ens ho diem, perquè demostrar els sentiments és de monyes :) però de tant en tant ens fem besitos a l'aire.
    Que tinguis un bon any, cronista. Si no fos pel "coi" del turoparc, tota aquesta gent no ens hauríem conegut :)
    Si no fos pel "coi" del Paseante, no hauria existit D&L, ni el mocador màgic, ni Emily i Bruc,ni Hans ni Cati ni les cartes a...
    Una abraçada i un besito a l'aire :)

     

    Los doctores te consideran una pieza fundamental en su decoración de la noche vieja, con lo cual ya no pueden pasar un año sin ella.
    Que tengas un buen principio de Año 2015 y tus deseos se realicen.
    Un abrazo.

     

    Un año precioso, he disfrutado mucho leyendo la crónica con una sonrisa en los labios que no se me ha desdibujado ni un momento.
    Le deseo Sr. Paseante un Feliz 2015 que lo presiento muy prometedor en compañía de sus seres queridos, esos que a base de hablar de ellos, creo que conozco un poquito.

    Un abrazOso

     

    Feliz 2015!!, que las aceitunas te deparen mucha suerte!!..una época lo intente con trocitos de queso y no me fue mal, tengo que probar otra cosa que las uvas no molan jeje!
    abrazos

     

    Molt Bon any Paseante!!
    I si et segueixen convidant per alguna cosa serà... Potser és que ens vols fer creure el que no és!!
    Gent maca que t'estima i a qui estimes, bon començament d'any.

    Petonets

     

    El meu fill petit ha celebrat l'entrada de l'any nou amb olives des que té ús de raó... i aquest any, la seva darrera nòvia l'ha introduit en el bonic art de tastar el raïm! El que fa l'amor!

    Molt Bon Any, senyor Passejador! Un petó!

     

    Emily, l'haurem de cuidar una miqueta més aquesta Pocoyo, perquè si la deixem en mans del barbes... :-) Han sortit coses boniques de tot aquest món, però només són l'avançada de tot el que pot venir. Si volem. Besito al aire.

    Mari-Pi-R, esas personas de las que hablo (los anfitriones y los invitados) son muy especiales en este mundo de egoísmos y divinidades en el que vivimos. Tú también lo eres. Te deseo lo mejor para este 2015 y espero volverte a ver dentro de nada. Un abrazo, canadiense.

    Daltvila, gracias por la sonrisa :-) A través de los blogs nos vamos conociendo un poco todos nosotros y acabamos formando parte de una pequeña familia. Feliz 2015 también para ti y los tuyos. Un abraZoso de los auténticos.

    Atikus, si un día me obligas a comer doce trozos de queso para estrenar el año nuevo voy a ser muy infeliz y me voy a sentir Speedy González :-) Una Nochevieja de estas lo voy a intentar con gajos de mandarina. Feliz 2015, segundo entrenador. Y me alegra que vuelvas a tener activo el blog. Se te echaba de menos por estos mundos. Un abrazo.

    Lluna, crec que només em conviden per vigilar el jardiner, que és un gamberret :-) Espero que tinguis un any molt xulo, amb boira d'hivern i amb sol d'estiu. Un petonet.

    Montse, aquest fill petit ha de triar una nova nòvia ja :-) Però bueno, si se l'estima... Que tinguis també un molt bon any, senyora escriptora. Un petonet. (T'he d'escriure, ja).

     

    Molt Bon Any Paseante, amb gallons de mandarina és com més vegades he celebrat l'entrada d'Any... ja va be, cadascú amb el que te per casa.

    Ahh, i per cert, sortiré a fumar amb tu, ara que ningú ja no fuma.

    Petons des del sud, i a prop del mar.

     

    Albanta, també espero que tinguis un molt bon any en el teu sud i a prop del mar. Sortiré a fumar amb tu quan et llegeixi, ara que ningú ja no fuma i ja gairebé no escriu (catxis). Un petonet.

     

    Ahhhh 10 minuts escrivint i s,ha esborrat el comentari!!
    Resumint: deia que "la mujer inca" s,alegra molt de formar part d,aquest preciós ramell de records feliços i que desitja molta dolçor -com la de les panses que va menjar la nit de cap d,any enlloc del raim- per a tota la seva família real i també la virtual. Abraçada forta!!

     

    Francesca, m'alegra que tampoc no mengis raïm :-) Me'n recordo molt de la teva rialla. Una abraçada, illenca.