La reina Astrid


La señora Hayden me pidió que revisara la versión digital de un periódico de la ciudad. Aparecía una crónica de la nueva vida de Astrid, con fotografías de sus tres niñas preciosas de ébano, de su marido, de su etapa actual como neo-rural...

He hablado muy poco de ella en este blog, quizá por pudor. Fue mi primera pareja.

Con veinte años todo parecía fantástico. Estaba el mar de su ciudad, el viaje en Vespa al Pirineo aragonés (con ese señor que nos mandó a refrescarnos al río, tras el beso sobre el puente de Graus), los calcetines horribles que me compró en un mercadillo, las risas tras coser unas bragas en el bolsillo de la bata de laboratorio del hombre (tímido) que cuida animales, los fines de año con serpentinas y sombreros...

Recuerdo una tarde de Sant Jordi en que deambulábamos por los puestos de libros de las Ramblas. Ella observó que un escritor vergonzoso estaba aburrido. Compró un libro de Manuel Vázquez Montalbán, y le pidió que se lo dedicara. "Para Astrid, que tiene nombre de reina".

Sólo son recuerdos, pero pasé con ella la primera mitad de la tercera década de mi vida (es un jeroglífico). Y ahora sólo es un recuerdo recuperado a través de la edición digital de ese periódico. En la foto parece feliz. Parece una reina.

9 comentarios:

    ...la primera mitad de la segunda década de tu vida...Te echaste novia a los diez años , Paseante?.
    Bueno , igual si que es un jeroglífico como eso de cuando empezaba o acababa el siglo veinte, o era el veintiuno?.
    Bueno ,intento imaginar como me sentiría yo si descubriera a mi primer noviete explicando como le ha ido la vida años después...

     

    sigo imaginándolo...treinta años más , treinta kilos más...y ni rastro de aquellas melenas Credence Clearwater Revival...no sé , no sé, si me gustaria .
    Sobre todo porque supongo que el tiempo tampoco se habrá detenido para mí.

     

    Gracias por la corrección MK. ¡Qué vergüenza me ha entrado!

    Tenía un cassette de Credence. Debe andar en alguna caja de la granja de los caballos.

    Lo dicho, muchas gracias.

     

    Segurament és una reina!
    Una abraçada!

     

    I segur que t'ha fet molta il·lusió tornar-la a veure. Als crancs sempre ens fan il·lusió aquestes històries. És bonic...

     

    Heu dit crancs? Històries? Reines? Buf...

     

    Me emocionó!
    Una lagrima se cayó!

    ;* ;* ;* Thaís

     

    Segur que ho és Joana. Un petó.

    Els crancs (al menys els que jo conec) patim aquesta estranya malaltia que se'n diu "nostàlgia". Oi que sí Violette?

    Què passa amb els crancs Veí? A veure si haurem de sortir al carrer tu i jo (més que res perquè em portis a les teves festes).

    Gracias Thaïs. Mi abuela siempre me decía que "las lágrimas limpian la mirada".

     

    Però si el Veí també és cranc!!! Vine, Paseante, vine a les festes i a escriure històries del veinatge!!! M'encantaria compartir escala amb tu.
    I sí, és fotut, però és així... la nostàlgia és una malatia que ens ataca massa sovint... què hi farem...