Huir

Tengo cuatro días para escapar de los cepos de la metrópoli que intentan agarrarme las piernas en mis paseos diarios. Huiré hacia las nieblas del oeste. Allí escucharé el silencio que habita entre las ramas ya desnudas de los manzanos. Le propondré un partido al tenista. Olfatearé las cacerolas, sentado en el mármol fresco de la cocina (como un gato descarado), mientras le pregunto a la señora Sofía a qué hora se come. Me presentaré en la clínica del hombre que cuida animales, para exigirle noticias de su nueva novia. Esperaré la llegada de los Hayden el viernes para sentirme arropado después de tanto tiempo. Intentaré ser feliz. Es todo.

3 comentarios:

    es todo... lo que se necesita, yo también dejo Barcelona y vuelvo a mis orígenes, para tranquilizar mi mente de mis no paseos a solas por ciutat.

     

    Està bé intentar ser feliç, millor i tot que ser-ho.
    Una escapada a temps!

     

    Espero que la hayas tranquilizado Ther.

    Crec que ho he aconseguit Alatrencada. Potser ho torno a intentar per Nadal.